
La vivienda multifamiliar representa uno de los grandes retos de la arquitectura contemporánea. En una sociedad cambiante y con una creciente demanda de individualización del espacio, nace Veranda: un proyecto con respuestas diversas a la interrogante del habitar colectivo, con la misión de ampliar el panorama de alternativas de las formas de habitar.
En un entorno dominado por edificaciones unifamiliares de tres niveles se desarrolla una volumetría producto del manejo de la armonía de escalas: la escala colectiva y la escala individual. Es por ello que se reinventa la concepción de viviendas en altura, yendo más allá del simple apilamiento y repetición de piezas habitacionales, logrando reunir once viviendas en un volumen singular asimétrico de mediana escala.
En planta baja se propone eliminar la lectura del vehículo en la parcela, deprimiendo los estacionamientos a un nivel sótano, logrando liberarla para habitarla con espacios comunes y privados.
Sus fachadas muestran proyecciones de volúmenes previstas como terrazas. Dichos espacios permiten el diálogo entre la urbanidad y lo privado, dentro de un contexto introvertido caracterizado por el aislamiento de los habitantes.